jueves, 14 de abril de 2011

INFORME DEL TRABAJO PRÁCTICO DE PPV EN EL MUSEO EVITA

El informe debe contener:
·         Nombre de la obra, autor, fecha.
·         Breve información recabada sobre autor y obra.
·         Impresiones de los aportes grupales.
·         Extensión una carilla.

7 comentarios:

cabrera- olmedo dijo...

Informe del trabajo práctico de ppv
En el museo evita
"Los Burritos"

Óleo s/tela - 151 x 142 cm. fecha:
Antonio Pedone
Nombre de nacimiento Antonio Pedone
Nacimiento 1899
Calatafimi, Italia

Fallecimiento 1973 (74 años)
Córdoba, Argentina

Nacionalidad Argentina

Área Pintura, Dibujo

Autor:




Antonio Pedone (Calatafimi, 1899 - Córdoba, 1973), fue un pintor argentino discípulo de Emilio Caraffa y Emiliano Gómez Clara. Estudia en la Academia Provincial de Bellas Artes y recibe una beca de perfeccionamiento en pintura durante el período de 1923 a 1926, la cual le permite viajar a San Gimignano junto con Héctor Valazza, Francisco Vidal y José Malanca. (Estableciéndose en Siena, donde se casa)Su pintura son mayormente paisajes con un tratamiento emparentado con el puntillismo. Se desempeña como docente en la Academia Provincial de Bellas Artes en la asignatura Colorido (1931 - 1951) en donde tiene como alumno a Ernesto Soneira, mantuvo una estrecha relación de amistad con los pintores de su época, Egidio Cerrito, Carlos Alonso, Giovanni Bressanini, Ricardo Pedroni, Fernando Fader, entre otros, ejerce la docencia también en la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba, y ocupa la dirección del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa de 1930 a 1946. Ganó innumerables premios entre los que se mencionan: el Primer Premio con su obra "El abrojal “Entre sus logros más importantes se encuentra el Segundo Premio "Medalla de plata" en la Exposición Internacional de París de 1937.




Informe sobre la experiencia e impresiones de los aportes grupales.

Al ingresar al museo, nos sentimos sorprendidos por la belleza estética de su estructura imponente.
Recorriéndolo sus obras nos hacen viajar por momentos, vivencias, tiempos y lugares diferentes.
Las personas que realizamos la visita nos sentimos atraídas por diferentes obras sin embargo nadie puede negar que a pesar de sentirse atraído por una de las pinturas. Cada una de ellas es intensa y de particular belleza.
En el recorrido nos detuvimos a ver la obra “Los Burritos” de Antonio Pedone.
Frente a ella a 1,5 m de distancia está ubicado un banco en el cual nos sentamos, cada una de las presentes se tomo unos minutos para observarla y luego en forma ordenada comenzamos a decir lo que percibíamos y apreciábamos de la obra de arte.
Lo primero que nos impacto fue la cantidad de planos diferentes que se podían observar (5 planos) con perspectivas que al visualizarlas detenidamente se podía observar la intencionalidad del pintor en marcar los diversos planos, a través de preguntas comenzamos a expresar diferentes opiniones en cuanto al paisaje representado en la pintura a qué lugar pertenece: observamos las características de las viviendas representadas, la vegetación, el tipo de relieve , arribando a la conclusión de que era un lugar del norte de nuestro país.
También observamos los contrastes de luz y sombra sobre el lomo de los burros y las casas, determinando, que era un cálido atardecer; no pudimos establecer con claridad si la estación del año era otoño o principios de la primavera, dando cuenta que no era verano ni invierno.
Nadie pudo dejar de notar la sencillez y calidez que transmiten los burritos, su imagen es apacible, tierna, refleja un momento de descanso, de amor, la naturalidad de dicha pintura con expresiones tan marcadas de los animales.
En el momento de pensar como se llamaría la obra, se dijeron varios títulos: la profesora Nela dijo que ella la llamaría el Ángelus, porque así es como le dicen al momento del atardecer en la lectura de “Platero”, y para ella ese es el momento pintado, nos expuso que llego a esa conclusión por los reflejos dorados de los rayos de sol que observaba en el lomo de los burros y por que para ella ese es un momento que nos invita al descanso. Otras dijeron que lo llamarían: La madre naturaleza, El atardecer, Los burros.
Alumnas: Cabrera Cecilia
Olmedo Heredia Karina

CARLA Y FERNANDA dijo...

SU VIDA…..

Manuel Emilio Coutaret nació el 9 de febrero de 1892 en Tucumán. En 1911 viajó a Europa ingresando a la Real Academia de Bellas Artes de Roma; posteriormente, en 1914 pasó a Francia asistiendo a talleres libres de París. Luego se trasladó a España, radicándose años más tarde en Córdoba (Argentina).
En su tarea dentro del país ejerció la docencia en el Colegio Monserrat y fue director del Instituto de Artes Plásticas, Museos y Artesanías de la provincia de Córdoba.

SU OBRA…

Montañas Mágicas de Manuel Coutaret.

Técnica: óleo sobre tela.
Dimensiones: 126 x 149 cm.
Año de realización: 1944.
Exhibida en: Museo Provincial de Bellas Artes Evita – Palacio Ferreyra.


Comenzando por la fecha de realización de la misma, podemos advertir el primer punto de consideración. Tal como todo sistema, el del arte también se ve influenciado por la aparición de modismos, vanguardias, referentes y elementos varios que se manifiestan en obras pertenecientes a un mismo período. Podemos observar un mayor grado de realismo y figuración en Montañas Mágicas. Si bien el uso del color de esta última pieza puede darnos a entender que hay algo que va más allá de la simple representación realista del paisaje –una carga de emocionalidad presente en el autor al momento de plasmar lo que observaba- , nadie puede discutir la mayor influencia de principios más cercanos al arte que premiaba la representación, la copia y la fidelidad del objeto en Coutaret.
Más cerca del realismo, tenemos el paisajismo de Coutaret. La representación de estas montañas, casas y nubes nos enmarcan en un proceso que no da lugar a la abstracción. Se percibe a simple vista, además, la alta presencia de mimesis que otorga un mayor grado de figuración a la obra. Las montañas son montañas y ya. Así como las nubes, nubes y las casas, casas. Sin embargo, no podemos decir que la subjetividad del artista no se haga presente en este ejemplo del paisajismo cordobés de entre los años ´20 y ´50… Desde luego, todo proceso de creación implica un grado subjetivo. Algunos se dejan ver más claramente y otros no tanto. Podemos atribuirle el carácter de “conductor de emociones” a los colores y la luz de esta pieza. De esta forma, los tonos cálidos pueblan el punto de fuga seleccionado por el artista: las montañas, que –no casualmente- se encuentran iluminadas por un haz de luz solar (tal como en las obras renacentistas de temáticas religiosas). La profundidad también esta dada por el uso de tonos más oscuros, que separan tanto el fondo como el primer plano de viviendas del punto de fuga. Y si hay algo que puede darnos la idea de la magia en el paisaje, de lo bello de lo natural, es la utilización de técnicas de pintura que permiten que la expresión con efectos visuales oníricos que resaltan lo majestuoso de la naturalidad. Con una mayor gama de tonalidades y pinceladas prolijas y cortas, Montañas Mágicas refleja el esplendor de la creación exaltando la perfección de la naturaleza y el clásico modo de vida de las poblaciones andinas del país.

Impresiones de los aportes grupales…

La experiencia en el recorrido del museo fue muy rica y provechosa. Las obras nos maravillaron realmente.
Con respecto a la pintura antes mencionada, a nuestras compañeras les sorprendió la variedad de colores y tonalidades. Se comentó sobre el paisaje observado (época, tipo de viviendas, clima, existencia de aborígenes, la importancia de una pequeña iglesia, siembra, etc.). Se preguntaban muchas veces sobre el significado de esta obra… ¿quÉ habrá querido expresar el autor? Algunas de las respuestas fueron: amor, soledad, tranquilidad, pueblo iluminado, etc.
Algunos de los nombres que le pondrían a la obra serían: el resplandor, el amanecer, montañas iluminadas….


ALUMNAS: LOPEZ CARLA ANDREA
JUNCOS MARIA FERNANDA

ESCUELA: DR. CESAR ROMERO Bº SACHI

cris dijo...

INFORME DEL TRABAJO PRÁCTICO DE PPV EN EL MUSEO EVITA
Obra La urna verde o Retrato de María Isabel Ponce, obra pintada en el año 1929 por Rosa Ferreyra de Roca. Óleo sobre tela, 150 x 120 cm
¿Quién es esa mujer…?
María Isabel Ponce Laforgue fue una adelantada a su tiempo, destacándose por diferentes motivos en las décadas del ´30 y ´40 del siglo XX en Córdoba. Audaz y decidida, contribuyó a fortalecer la presencia femenina en el tenis cordobés, transformándose en una importante jugadora dentro del circuito local. Supo hacerse notar por sus apreciables recursos, simpleza y rudeza en el juego.
Posterior al tenis, tuvo una destacada actuación en el golf, siendo durante muchos años la mejor participante de la provincia de Córdoba, y en cuatro oportunidades se alzó con el abierto del Centro de la República además del Campeonato Femenino de la Provincia de Córdoba.

Impresiones de los aportes grupales:
Al pedirle al grupo de colegas docentes que respondieran qué veían en la obra de arte, empezaron a surgir varias respuestas y al mismo tiempo varios interrogantes. En general observaron y dijeron que veían a una mujer de aspecto delgado, con un corte de pelo varonil, y les llamo mucho la atención la urna de color verde que sostenía la misma en su mano, acotaron que en esa urna quizás tenia las cenizas de su esposo y es por este motivo que en su rostro se veía una expresión de tristeza y seriedad, pero al mismo tiempo les llamaba la atención su vestimenta la cual no parecía de luto por el color.
Al saber que esta mujer había sido una reconocida deportista aportaron que quizás esa urna que tenía era un premio que había recibido en consecuencia de algo ganado o como un reconocimiento por algo.
Destacaron que no era una mujer pobre ni de bajos recursos ya que por lo que se observa en el retrato: los pisos, la vestimenta, la mesita con los libros y en la misma una revista sobre arte, la biblioteca colgado con los libros, la pintura que esta colgada en al pared.
Al pedirles que le pongan un titulo surgió el titulo que la obra lleva: la urna verde.
Fue una experiencia rica y muy provechosa esto de compartir con otros colegas, y disfrutar de todas estas ricas obras que podemos encontrar en el museo Evita y que muchas veces como Cordobeses no las aprovechamos.
Docente: UEMA, MARIA CRISTINA- DEL COLEGIO RAÙL FERNÀNDEZ (VILLA ALLENDE PARQUE)

Elena dijo...

Montañas Mágicas de Manuel Coutaret.

Técnica: óleo sobre tela.
Dimensiones: 126 x 149 cm.
Año de realización: 1944.

“Manuel Coutaret nacido en San Miguel de Tucumán el 9 de febrero de 1892 ,residió con sus padres en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires. Después, en Córdoba. Obtuvo una beca que le llevó a su perfeccionamiento en la Academia de la Vía Repetto, en Roma. Cuando regresó estudió en Buenos Aires, en la Academia Estímulo, junto a Martín Macharro,. Al volver a residir en Córdoba, tuvo que ganarse la vida y demostró sus aptitudes de dibujante, haciéndolo con los seudónimos de “Cuta” y luego “D’Azue” en el ya desaparecido diario “Los Principios”. Coutar se presentó en algunas exposiciones y uno de sus primeros éxitos de envergadura lo obtiene en 1934 al presentar en la ciudad de La Plata sus “Barrancas de Córdoba”, obteniendo el premio “Presidente de la República”. Entre tanto enseñaba dibujo en varias instituciones privadas y formó su hogar. “Al lado de su esposa -ha evocado otro memorioso y brillante artista que hemos perdido desgraciadamente no hace mucho tiempo, don Víctor Manuel Infante-,Pastora Bustos era un excepcional profesora, de esas maestras formadas al cuño de Sarmiento, respetada y de transparente trayectoria. En su casa de la calle Santa Fe 342, Coutaret ganóse honradamente la vida, amparado siempre por la palabra generosa de cónyugue. “Fue profesor del Liceo de Señoritas y del Colegio Nacional. “Tengo por caduco el impresionismo -le dijo una vez a un crítico de arte de Córdoba y periodista de “Los Principios”, don Pedro Lino Martínez-, que tanto pareció entusiasmar a muchos al terminar el siglo XIX”. Y hubo de agregar en aquella circunstancia: “No invento ser expresionista. Más aún, no tocaré con mis pinceles siquiera una tendencia. Llámese mejor estatismo, realidad trascendente, dada por los elementos espectrales. Recurro a los ‘misterios’, para usar el lenguaje de Baudelaire. Mi posición es estricta y rigurosamente espiritual”. Su itinerario de recompensadas, fue jalonado constantemente por éxitos perdurables. En 1935, la Universidad de La Plata le otorgaba el “Premio adquisición” por su “Mogore de Cabana”, en el Salón Nacional, obtuvo el premio de la Comisión Nacional de Bellas Artes, por su “Iglesia de Las Palmas”. En 1936, su “Aledaños de Córdoba” fue adquirido por el Consejo General de Educación de nuestra provincia cordobesa; en 1937, “Pueblo de La Calera, en el XXVII Salón Nacional, fue premiado luego en el Salón Primero del Jockey Club de Córdoba y en 1939, tercer premio en el Salón Nacional por su “Hornos del Pucará”. En aquellos años, sus obras fueron adquiridas por galerías de arte y hasta del extranjero. Llamaba la atención con sus enfoques de paisajes cordobeses. El crítico Oliverio de Allende, en nota publicada en 1941, lo definió de esta manera: “Coutaret con su suburbio, fue un remanso de interés en el Salón. (Aludía al Primer Salón de Pintura y Escultura de Córdoba, en el Museo Caraffa). Posiblemente es el único artista que en nuestro país se ha planteado el abismal problema del realismo mágico”. Se comenzó a sentir su ausencia en algunas de esas exposiciones. Hacia 1969 participó con su boceto titulado “Agonía” en la muestra organizada por el Banco de Córdoba, en el pantallazo retrospectivo de ochenta años de arte plástico cordobés. Diez años después -1 de julio de 1971- su vida se apagó en la ciudad cordobesa que él tanto amara.
Aportes. El grupo observó que las casas no tenían ventanas ni puertas, sólo la abertura; sembrados; canales de riego; el color de las montañas relacionándolo con el lugar; el color de las nubes; dedujeron que había un haz de luz sobre las montañas.
Perlitas: El profe Rubén me mató ya que dijo que era una obra del año 40 y ante mi acusación de que si daba ese dato era porque ya la conocía, me respondió - … me limito a lo que veo…- Sin embargo yo no había visto que la obra tiene el año pintado.
Gracias por la experiencia.

Alumna: Elena Vanina Ordoñez Moreno
Escuela: Azor Grimaut

Mariela y Nadia dijo...

Obra:
“FIGURA”
JOAQUIN SOROLLA Y BASTIDA

Joaquín Sorolla y Bastida (Valencia, 27 de febrero de 1863 - Cercedilla, 10 de agosto de 1923 a los 60 años de edad) fue un pintor y artista gráfico español impresionista. Fue uno de los pintores españoles más prolíficos, con más de 2.200 obras catalogadas. En 1874 empezó a estudiar en la Escuela Normal Superior donde le aconsejaron que también se matriculase en las clases nocturnas de dibujo en las Escuelas de Artesanos, en Valencia. En ésta última recibió, en 1879, una caja de pinturas y un diploma como premio «por su constante aplicación en el dibujo de figura». Ese mismo año, a la par que trabajaba en el taller de su tío, ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos, en la que estudió junto a pintores como Manuel Matoses, Benlliure o Guadalajara. Fue en la Academia de San Carlos donde conoció a otro alumno, Juan Antonio García, hermano de la que más tarde acabaría siendo su esposa, Clotilde García. En 1880 consiguió una Medalla de Plata por su obra Moro acechando la ocasión de su venganza en la exposición de la sociedad El Iris. Al acabar su formación, comenzó a enviar sus obras a concursos provinciales y exposiciones nacionales de bellas artes, como la de Madrid en mayo de 1881, donde presentó tres marinas valencianas que pasaron sin pena ni gloria pues no encajaban con la pintura oficial, de temática histórica y dramática. Al año siguiente, estudió la obra de Velázquez y otros autores en el Museo del Prado, etapa Realista, de la que era su profesor Gonzalo Salva. Por fin, en 1883, consiguió una medalla en la Exposición Regional de Valencia y, en 1884, alcanzó la gloria al conseguir la Medalla de Segunda Clase en la Exposición Nacional gracias a su obra Defensa del Parque de Artillería de Monteleón, obra melodramática y oscura hecha expresamente para la exposición; tal y como le dijo a un colega suyo: “Aquí, para darse a conocer y ganar medallas, hay que hacer muertos.”
Al encontrarnos frente a esta obra, algunas de nuestras compañeras hicieron referencia a una persona muerta. Al preguntar cuales eran los indicios que demostraban esto, explicaron que por los colores oscuro, el cuerpo tendido sobre una superficie plana y el fondo, ya que se observaba como un horno de crematorio. Ante estas expresiones otras, en cambio, dijeron que simplemente era una persona que estaba descasando luego de una jornada dura de trabajo, por la postura de sus brazos relajados y por su pierna que estaba doblada y no extendida.
Los nombres propuestos para esta obra fueron: “Cuerpo”, “Descanso”, “El muerto”


ALUMNAS:
CORTEZ, Mariela Clelia
SIROLESI, Nadia Vanina

Escuela Municipal Azor Grimaut

Anónimo dijo...

Informe del trabajo practico de ppv
Nancy Soria

Obra elegida:"Regando el huerto"
Pintor:Fernando Fader
Tecnica:óleo sobre tela

Fernando Fader:nació en Burdeos Francia,el 11 de abril de 1882-murió en Loza Corral Córdoba Argentina ,28 de febrero de 1935 fue pintor y dibujante
Se debate su lugar de nacimiento. Algunos lo ubican en Burdeos, Francia, pero otros dicen que nació en Prusia.De todos modos Fader siempre dijo que había nacido en la Provincia de Mendoza. En 1898 realizó sus primeras obras pictóricas, entre las que destaca el óleo El viejo piojoso.
Estudió en la Academia de Bellas Artes y en la Escuela de Artes y Oficios de Múnich.
En 1904 fue premiado con la Medalla de plata de la Academia por su obra La comida de los cerdos, y en ese mismo año realizó su primera exposición en Buenos Aires.
Entre sus múltiples retratos, óleos y acuarelas se destacan La mantilla, La madre y La liga azul, estas últimas expuestas en el V salón Nacional de 1915, así como La vida de un día, serie de ocho telas de (80x100 cm) en las que se representa el mismo paisaje con sus variantes de luz a lo largo del día, pintadas durante 1917. Esta serie está expuesta en el Museo Municipal de Bellas Artes de Rosario "Juan B. Castagnino"
En su pintura se aprecian distintos periodos emocionales, como la etapa de interiores oscuros con predominio de los colores ocres y pardos y su otro momento de más luminosidad, donde la luz artificial cae sobre los objetos relacionando el color-luz con el objeto-luz.

Experiencia de PPV en el museo

Al preguntarle a las compañeras qué veían en la obra dieron diferentes opiniones como:una mujer que está cortando leña,una enfermera haciendo algo cerca del árbol,el paisaje se parece al de las sierras en otoño,pero no salió. que era una mujer regando un huerto
supimos que Fader estuvo internado en las sierras cordobesas por un largo tiempo y supusimos que a lo mejor era la vista que tenia desde su habitación.
la experiencia fue muy buena,creo que ya no volveremos a ver una obra como la veiamos antes.
Tambíen hicimos la experiencia con la pintura llamada "Piazza del popolo" del artista Emiliano Gomez Garcia y tampoco salió el nombre de la obra lo curioso fue que todas pensamos lo mismo sobre el paisaje "Londres en la época de Jack el destripador"

Nancy Soria
Escuela Municipal "Esc Juan A Paredes"

SANDRA ORONÁ . "ESC. AZOR GRIMAUT" dijo...

EXPERIENCIA DE LA CAPACITACIÓN DE PPV EN EL PALACIO FERREIRA

La pintura seleccionada para el análisis grupal en el Palacio Ferreira fue “La Terraza” (1972), en esta obra maestra, los volúmenes van perdiendo importancia en la medida en que el plano central, es decir el plano que configura la terraza, nos asalta con un inesperado y vibrante color- luz. El color rojo marca el estado emotivo y poético, es decir humanizado y testimonial de la terraza vacía. Podríamos decir que en esa obra, de gran austeridad compositiva, no sobra ni falta nada, porque la poesía, que habla de lo humano, la habita.
Esta obra pertenece a Ernesto Farina (1912-1988) es una de las más destacadas en la historia del arte argentino y para Córdoba reviste una importancia singular por haber provocado una profunda ruptura en la concepción del paisaje tradicional, fundando un topos paisajístico urbano tan importante, que generaciones venideras de artistas lo tomarán como referente y ampliaran ese espacio con sus propias obras. No es posible concebir una historia de la modernidad cordobesa del siglo xx sin la consideración de este maestro, que además se proyectó como docente prolífico en distintas instituciones, entre las que se cuenta el Escuela Provincial de Bellas Artes “Dr. Figueroa Alcorta”.
Su práctica artística estuvo signada por la preocupación de construir un arte moderno que fuera capaz de convertir lo local en universal y que señalara particularidades regionales sin caer en lo anecdótico. En estas búsquedas, el paisaje fue central para una apropiación y resemantización de los lenguajes del Novencento italiano, desde la proyección de una personalidad fuerte y compleja, capaz de impregnar y renovar un género tradicional de la Academia. Así el paisaje de Farina se constituye en el lugar de exploración y experimentación plástica de resonancias poéticas que profundiza y da espesor filosófico al espacio cotidiano de la ciudad de Córdoba y sus alrededores.
Esta impresión del autor se evidenció cuando el grupo de docentes hizo el análisis de la pintura, al primer impacto pudieron descubrir que era una terraza, pero no llegaron a reconocer que se trataba de Córdoba, sino por el contrario parecía de otro país, ese lugar impregnado por el color rojo destellante de la terraza.
También los comentarios acerca de la época de la obra distaban mucho de ser el período pintado. Algunos dijeron es del año ´30 o ´40, después de varias preguntas y pistas se dieron cuenta que la pintura reflejaba un sector de la ciudad de Córdoba, pero lo más curioso es que a pesar de un largo rato de observación, no lograron adivinar el año en que había sido pintada.
Todos se sorprendieron cuando se les explicó de que se trataba la obra, quién era su autor y la fecha en que se pintó. Una experiencia fantástica fue lo trabajado.

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